No es como si tuviera baja autoestima, yo siempre la vi como una montaña rusa, con sus subidas y bajadas cada una más radical que otra. También solía definirme como una caja de sorpresas después de amistarme con la chica más increíble de la preparatoria. Pero, tras la preparatoria perdí mi identidad. No era nada como me habría gustado ser, no fui fuerte ni valiente ni decidida. Y estuve dos años, dos años sin saber que hacer.
Yo no tengo autoestima baja, soy impresionante, demasiado interesante, sospecho. Pero, al parecer eso no es suficiente a la hora de hacer amistades, cuando entré de nuevo a la escuela, nueva carrera, nuevas personas, nueva vida... Me di cuenta de que era imposible intentar encajar, porque yo no soy igual que el resto.
Hice un amigo, un amigo que comenzó a gustarme más que como un amigo, pero no es la cuestión ahora. Lo cierto es que sabía que esa persona no sería la que lograra sacarme del mar en el que me había hundido desde hacia tiempo. Lo sabía, lo que necesitaba era que las personas realmente se preocuparan por mi. Mis amigos, si, se preocupan por mi. Pero por lo general están más preocupados por sus cosas que por mi, un ejemplo que debería seguir... Pero... Enserio... ¿Soy tan egoísta como para hacer eso?
Últimamente habló más con la chica que me pervirtió, ella es linda y me da amor y sé que me daría una cachetada guajolotera para hacerme entrar en razón, porque me ama y le prometí un Gilbert violable... Esa no es la cuestión. Habló más con ella porque sé que es un poco como yo.
Bueno, ya me perdí.
La cosa es que hoy, paso algo muy extraño. Hoy fue un día gris, nublado con probabilidades de lluvia (Aquí en Hermosillo, no). Era más como que había probabilidades de lluvia y dudo que haya sido debido a los muchos fanfics de Nico Di Angelo que leí. Era como que yo envidíe esa valentía de salir al mundo pese a no tener un sitio donde pertenecer. El punto es que hoy, antes de hundirme en mi desesperación, vi una mano. Una mano que me sujetó, aunque yo intente soltarme porque estuve segura de que se hundiría conmigo... Y esa mano, me jaló y me atrajó a la superficie para respirar una bocanada de aire.
Y finalmente, sentí como si pudiera ser parte de algo... Como si le importara a alguien.
•Todo lo leído aquí puede ser una dramatización de lo que siente la autora•
No hay comentarios:
Publicar un comentario